La mirada de Vivian Maier
Cuando mirar se convierte en la forma de habitar el mundo
En 2007, John Maloof entra en una subasta buscando fotografías para un libro sobre Chicago y acabó con unos negativos fotográficos. Al principio, no se dio cuenta de la importancia de la obra que tenía entre sus manos. Maloof no imaginaba que aquellos negativos escondían la mirada entera de una mujer brillante.
Aquella mujer era Vivian Maier.
Si normalmente cuando descubro a una mujer artista, me obsesiono con cierta facilidad, esta historia me ha tocado de un modo especial. El misterio alrededor de la figura de Vivian Maier, su legado fotográfico y su forma de mirar al mundo, me han cautivado de tal modo que me estoy planteando crear una escape box inspirada en Ella.
La historia nos ha robado a muchísimas mujeres con talento, pero en el caso de Vivian Maier es el azar el que nos la ilumina por completo, sin otras miradas anteriores.
La obra de Vivian Maier es importante por una serie de razones que van más allá de la intriga que rodea su vida personal y su decisión de permanecer en el anonimato.
¿Quieres conocerla? ¡Vamos allá!
Prepárate unos minutos para ti misma y empieza a conocer la extraordinaria mirada de Vivian Maier. Estoy segura de que te quedarás con ganas de más.
¿Quieres que otras mujeres conozcan la vida de Maier y otras mujeres extraordinarias?
Así fue la vida de Vivian Maier
Vivian Maier nació en 1926 en Nueva York. Su madre era una mujer francesa, y su padre consta como un austrohúngaro, pero no formará parte de su vida. Sin embargo, una fotógrafa vivirá con ella y aparecerá como cabeza de familia: Jeanne Betrand.
En 1930, madre e hija se trasladan a Francia, al lugar de origen de su familia. Allí me imagino a Vivian como un bicho raro brillante. Reservada y atrayente: la recién llegada de Nueva York a un pueblito de los Alpes franceses. Para nuestra suerte, Maier empieza a experimentar con una cámara para principiantes en Francia, y se dedica a fotografiar paisajes y retratos. Pienso en una Vivian inexperta, descubriendo parte del legado de su familia, y también iluminando por primera vez su mirada hacia el mundo.
Vivian regresa a Estados Unidos a los 25 años y comienza a trabajar como niñera para una familia en Southampton (Nueva York). Entonces, hará algo que cambiará para siempre su obra: se compra una cámara Rolleiflex. Aquello, marca un cambio significativo en su estilo fotográfico y comienza a capturar escenas callejeras espontáneas. Como hacían Maruja Mallo y Concha Méndez en Madrid, Maier recorrerá los barrios para poder capturar la vida.
En el 56 se muda a trabajar Chicago, donde permanecerá gran parte de su vida y hará miles de fotos aprovechando los paseos con los niños y en solitario. Intuyo que aquella fue una buena época para Maier: trabaja, tiene dinero para sus fotos y se permite viajar. Pero su trabajo de niñera hace que no disponga de un hogar fijo, y acumula cajas, rollos de películas, diarios y un montón de ropa y materiales que guardaba bajo llave en la habitación temporal que le cedían en cada casa donde servía.
En los 80 empiezan los problemas económicos y no tiene dinero para revelar las fotos. Aún irá a peor. A principios de los 2000, Maier deja de fotografíar, y alquila un guardamuebles para dejar todas sus cosas. Durante ese tiempo poco sabemos de ella, más que vivía bajo un techo, pero con una vida muy similar a una de una persona sin hogar.
En 2007, no puede pagar el trasero y todas sus pertenencias son subastadas. Allí tenía más de 100000 negativos.
Un año después sufre una caída en el hielo de la que no se recuperará. El 21 de abril de 2009, Vivian Maier muere en una residencia de ancianos de Illinois.
“Bueno, supongo que nada está destinado a durar para siempre. Tenemos que hacer espacio para otras personas. Es como una rueda. Te subes, tienes que llegar hasta el final. Y luego alguien tiene la misma oportunidad de llegar hasta el final y así sucesivamente.” Vivian Maier
La mirada de una espía
Es probable que nos sintamos hechizadas por todo el misterio que envuelve a una especie de Mary Poppins que ha cambiado su paraguas por una cámara fotográfica, pero te voy a pedir que olvides por un momento la vida misteriosa de Maier, y observes con detenimiento estas tres fotos. Piensa o escribe lo que ves en ellas y lo que te inspiran. Hazlo con libertad, sin censurarte. Después, sigue leyéndome. Veamos las fotos:
Las fotografías de Vivian Maier desprenden un dramatismo contundente y una crudeza urbana palpable. Ella, Maier, se hace a la vez presente y ausente en cada fotografía, incluso en los autorretratos. Su forma de mirar al mundo lo invade todo, cada detalle, pero a la vez se desvanece, como una sombra que se escurre entre la vida cotidiana de las calles de Chicago. Y eso es justo lo que hace su obra única y tan interesante.
Maier buscaba la esencia humana desde la distancia adecuada para poder fotografiarla. A veces, una se pregunta si estuvo en peligro alguna vez al aproximarse tanto a sus objetivos. Otras, sientes que nadie la ve, que está a salvo tras su cámara colgada del cuello. En todas se puede tocar su sensibilidad por la experiencia humana.
«Soy una especie de espía» V.M
Con una especial fascinación por los márgenes, Maier miraba aquellos a los que nadie quería ver: personas sin techo, alcohólicos, marginados e invisibles, y los sacaba a la luz con su cámara.
Conseguía brotes en las sombras.
Crear desde los márgenes
Los que juegan al romanticismo con la vida de Maier, la dibujan como una especie de Mary Poppins austera y fría, que desaparecía una vez los niños ya eran mayores, pero la realidad es que el final de su vida no es ajeno a su trabajo precario y feminizado.
Vivian Maier arrastraba a los niños que cuidaba por las calles de Chicago para poder capturar compulsivamente imágenes urbanas, pero su vulnerabilidad como trabajadora doméstica es muy probable que le acabara arrastrando a ella misma a una situación de (casi) indigencia. También hay quien, sumido en ese enamoramiento con el personaje que nos hemos creado, piensa que si hubiese mostrado su trabajo al público, el éxito le hubiese llovido sin remedio alguno. No creo que eso fuese muy probable. Todos los trabajos artísticos suelen estar unidos a una precariedad profunda, que se enraiza aún más si eres mujer, y aún más si naciste de madre soltera en 1926.
No debemos olvidar que Vivian Maier tuvo que dejar de fotografiar por problemas económicos, y acabó perdiendo toda su obra por impagos.
Su figura y su legado también nos deben servir para hablar de los problemas que nos atraviesan a las mujeres y a nuestra creatividad. Debemos sacarnos a la luz, como hacía Vivian Maier con su cámara.
La creatividad para una misma
Vivian Maier no se parecía a nadie nunca antes visto. Trabajaba de un modo metódico y ordenado, anotando fechas y calles. Sin embargo, no parecía tener interés en que nadie visionara su trabajo ¿Cómo influyó esa privacidad en sus obras? ¿Le harían más libre a la hora de observar y fotografiar?
Si eres escritora, ilustradora, artista o fotógrafa, piensa en ti un momento ¿Crees que tu obra cambiaría si no hubiese público a quien mostrarla?
En la época de Instagram, fotógrafas como Vivian Maier se convierten en auténticas extraterrestres. La obra de Maier es un canto limpio a la libertad, no solo para crear, sino también para observar, para elegir qué es lo que nos interesa, y en qué queremos perder nuestro tiempo. Una de las cosas que nos enseña Vivian Maier, es la necesidad de despegarse del propio ego y explorar tu mirada.
Y por ahí va el reto creativo de esta semana…
Antes de proponerte el ejercicio creativo para estas dos semanas, te voy a dar un notición que me hace mucha ilusión:
Nacen los encuentros virtuales de Crea Como Una Chica.
El próximo miércoles 29 de enero haremos un encuentro virtual para profundizar y crear inspiradas en Leonora Carrington.
Después de estos minutos de publicidad, volvamos al ejercicio de esta semana, que te ayudará a potenciar la percepción sensorial, la apreciación del entorno y profundizarás en tu propia mirada. Es un ejercicio que puede hacer todo el mundo, y que si adoptas un compromiso con él, mejorará tu autoconocimiento, tus ideas creativas y tu «mirá», como diría la Rosalía ¡Vamos allá!
Continúa leyendo con una prueba gratuita de 7 días
Suscríbete a Crea como una chica para seguir leyendo este post y obtener 7 días de acceso gratis al archivo completo de posts.